viernes, 11 de septiembre de 2015

El reencuentro.

Como se habrán dado cuenta, este Blog a estado en reposo durante un largo periodo. Es mi momento de disculparme con ustedes y si los demás tamemes con acceso a este espacio quieren hacerlo pues que lo hagan si les pega la gana; tengo la necesidad de hacerlo, pues siento que desaparecimos de la nada cuando esto apenas tomaba forma y aquellos que nos leían y enviaron entradas (que siguen ahí) se quedaron esperándonos como aquel perro japones en la entrada de la estación de trenes (Hey, Hachi estaba bonito, agradezcan esa comparación).

Desde la ultima vez que les publiqué, mi vida ha sufrido cambio tras cambio tras cambio ¿Recuerdan que les comentaba lo mucho que me agobiaban los cambios que da la vida? No se hagan, no lo recuerdan, lo que sí les dije es que los cambios son naturales en la vida de cada uno; amigos vienen y amigos van, tu tiempo se consume en cosas que antes no te preocupaban, etc, etc... También les escribí de lo poco que me preocupaban estos cambios, pues son de lo más normal del mundo ¿No?... La verdad es que estos giros tan repentinos en la vida me han tomado por el cuello y me aplicaron una llave de asfixia, pues los subestime y demasiado.

En los últimos meses  me he visto obligado a aislarme de todos aquellos que me rodean por largos periodos de tiempo obligándome a lidiar con ese ser al que todos tememos de manera mortal: conmigo mismo, y al hacer eso me di cuenta del porque es tan difícil estar a mi lado en cualquier especie de relación. En mi mente esa pequeña voz, que antes había logrado transformar en un pequeño susurro, regresó a manera de rugido ensordecedor al que me tuve que enfrentar, pero está vez solo por completo.    

En este punto han de pensar: "Bueno, este cabrón nos está escribiendo su nota de suicidio" y otros por ahí estarán pensando "¡Qué bueno!, un pendejo menos en el mundo" y pues para su buena o mala suerte, no estoy planeando suicidarme o algo por el estilo, lo que les quiero decir con esto es que me enfrenté a esos cambios que tanto temía y que sigo aquí, dejando que todo siga su cauce natural y que es por esto que no he podido escribirles; en muchas ocasiones hubo en mi mente tanto que quería dejarlo fluir aquí en estas lineas: desde mi típica verborragia emocional y hasta simples vivencias de aquellas con los otros imbéciles que escribían (que volverán a hacerlo) aquí, era tanto lo que les quería decir, pero las palabras simplemente no iban desde mi psique hasta mis manos, perdón por eso. Era muy chido encontrarnos gente en bares y que nos dijeran que estaba muy chido esto y que hasta se identificaban con estos pobres imbéciles atados a sus teclados, queremos volver a eso, espero y ustedes nos lo permitan. 

Dejaré esto hasta aquí, breve, porque a nadie la gusta escuchar y mucho menos leer a un wey contando sus tragedias y lamentándose. 



Tengan linda vida. 

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