Acabo de terminar de ver Her y más allá de la imagen que
retrata la película respecto a cómo seguramente se irán tergiversando de una
manera aún más densa y extraña las relaciones en el futuro a causa de la tecnología,
pienso que enmarca muy bien las relaciones en un sentido general. En especial
la codependencia y el miedo a la soledad (brujo).
Sin tener que irse tan lejos ni avanzar en el tiempo, la
constante necesidad de inclinarnos hacia objetos tangibles o intangibles que no
nos hagan sentir solos en este mundo que
parece que a veces nomás tiene cuatro paredes. Cuando dejan de importar las
formas y nos abrazamos de un contenido que creemos que es real, pero se basa y
se justifica en relaciones superfluas e innecesarias que mantenemos día con día
para llenar vacíos. Proyectar superficialmente toda nuestra mierda, y así
definir y hasta darle identidades a nuestras carencias y déficits, a nuestros
miedos y tristezas, preocupaciones y resentimientos.
Sobrellevar la carga y agazaparse en la seguridad que te brinda el ser ingenuo. Y mejor si es en compañía.
Sobrellevar la carga y agazaparse en la seguridad que te brinda el ser ingenuo. Y mejor si es en compañía.
Y no es como que la tecnología (para mí) necesariamente
implique frivolidad. Pero ya cuando prácticamente se saliva por likes, no se
suelta el botón del refresh, interpretamos el sentirnos solos y el odio por el
mundo por no recibir fav, rt o un whatsapp, es cuando la soledad misma ya se
transformó en miseria.
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