Mas o menos primero que nada, creo que debería empezar esta entrada con una buena excusa por la cual el blog esta bien olvidado ya, y hablaré por todos mis compañeros; nos ha dado hueva. Los plebes están de vacaciones, y gracias a las vacaciones hemos vuelto a empezar a salir juntos, tan distraídos estamos en verdad, que se nos olvida este bonito espacio con el que tan piñados estábamos en un principio, chale.
Han pasado tres meses desde mi ultima entrada, y la verdad es que, aunque mis días en esos tres meses han sido solo estar de huevon, han pasado algunas cosas inesperadas, algunas muy agradables y otras que no lo son tanto.
Empezaré poco a poco desde la ultima entrada que publiqué en Que No Me Maten Vivo...
Salí de la escuela, y oficialmente me gradué, tuve uno de mis semestres mas chafas, según yo, y para sorpresa mía, fue mi semestre con mejores calificaciones, en fin, el salir de la escuela, las calificaciones, no es tema que me inspire a escribir mucho, supongo que toda la 'nostalgia' de la prepa, y de los maestros que ya no veré ya se me pasó, o nunca me llegó muy bien.
Decidí no ir al viaje de generación, y opté también por no asistir a mi cena de graduación, donde la gente baila, todos trajeados y donde se dice un discurso, etc.
Precisamente después de la cena, habría un 'after' en un antro, por el cual tampoco pagué para ir. Donde de hecho, ese día me encontraba con el personal de Que No Me Maten Vivo en un bar muy cerca del lugar de la cena, como de costumbre pregunté por la clave del Wi-Fi del lugar, y me 'conecté', recibí un mensaje de Guillermo, un camarada del salón, diciéndome que si que estaba haciendo, que me tenían una sorpresa, ¡Oh Lio Mio! Tenían una pulcera extra para el after, entonces fue cuando dije 'A huevo, cerveza gratis', pasaron por mi, y con el permiso de los chavos de Que No Me Maten Vivo me retiré del lugar, en mi casa me puse mis mejores trapos, saco, corbata Beatle, pantalón negro y zapatos.
Ya en el lugar era cerveza tras cerveza, saludaba gente, y otro trago a la cerveza, era muy visible como en el transcurso de la noche, uno por uno, la gente del after iba palideando, cayendo, y muriendo lentamente. Personalmente no suelo ir a esos lugares porque me 'nazca' estar ahí, bailar, ni mucho menos ver a la gente que si recurre a estos. En fin, la celebración estuvo Bien y yo me mantuve en un mismo estado toda la noche, quizá por que tenia la idea de que era 'mi after' 'nuestro after', y que en el, solo veía gente conocida, lo que sea. Cuando salió el sol y ya no estábamos en aquel antro, sino en casa de Andres, y todos mis amigos estaban derrotados y postrados en un colchón, supe que la fiesta había acabado. 8 am. A dormir.
Una(s)? semanas después sería el Día De La Música, festival que se celebra cada año en Mazatlan, y donde mi banda estaba programada para tocar, acompañando en el mismo evento a Los Malditos Cocodrilos, Carnival Animals, El Cuadrante Morado y a Papi Clandestino. En fin, días antes del 'Día de la música', pasó que no sabíamos si nos proporcionarían unos boletos de camión, por parte de Cultura, aquí en Mazatlan, para que Diego viniera desde Guadalajara y poder tocar, en pocas palabras, días antes del evento no sabíamos si íbamos a presentarnos o no.
La semana antes del Día de la musica, fue una semana de ensayos, en casa de Horacio nos juntábamos Insensatos y nosotros para ensayar desde temprano hasta noche, Insensatos tocarían exactamente un dia antes del Dia de la musica en Culiacan (viernes), en el Majestad junto a Carnival Animals.
Llegó el viernes, y se suponía que viajaria con Insensatos a Culiacan ese dia... para variar me quedé dormido, hice lo posible para comunicarme con los plebes, y asegurarme de que aun seguían en Mazatlan y no en camino a Culiacan, la fuerza estuvo de mi lado y aun no estaban listos, salimos en camión para Culiacan, hubo risas en el camino, pero sobre todo; Hambre. Era la hora de la comida y llegamos a Catedral, donde Greisi, Miros y Martha, paradas a un lado del semáforo, ya nos esperaban para ir a comer, unos decían que 'pollo', otros decían que 'carne asada', pero al fin, terminamos comiendo Rin Rin Pizza, 'un pedacito de Mazatlan, en Culiacan', era pizza mexicana, de mi favorita.
Dimos unas vueltas caminando por el centro, bajamos hacia la plaza, donde antes de entrar compre una supuesta 'Horchata de coco', conocidas aquí en Mazatlan como las famosas 'Cocorchatas', dije '...pues bueno, va a ser la misma...', y pues compré una, ¡Oh decepción! era simple agua de horchata con trozos de coco en el fondo.
El Talo nos dio las llaves de su casa, para llegar, bañarnos, descansar un rato, y alistarnos para la noche, empezó a llover, muy fuerte de hecho, lluvia que duró como una hora. Mientras esperábamos al Talo para irnos al Majestad, abrimos un cartón de Tecate, y en la entrada de la casa nos pusimos a ver solo como caía el agua.
Un primo del Talo que estaba en esa casa, el cual no recuerdo su nombre, sacó un balón de futbol, solo dijo 'con permiso', abrió la reja, y se salió a la lluvia a dominar el balón, el solo. Abraham se le quedó viendo, y sin decir nada, se paró del piso donde estábamos sentados, dejó su bote de Tecate, y le dijo 'pásala!', los demás nos volteamos a ver, riéndonos de aquellos dos que se estaban mojando en la lluvia y pasando el balón. También nos levantamos, pensamos YA QUE, y nos pusimos a jugar. Como era de esperarse, llegamos empapados al lugar donde seria la tocada. Nos encontramos con amigos, conocidos, todos saludando, etc. Hasta aqui todo había salido genial.
Talo llegó por nosotros, a lo que para esto, nos había dicho que seguiríamos la fiesta en su casa...
Nos subimos unos la camioneta, y otros repartidos en el carro de Pollito.
Al principio todo iba bien, unos tomando, unos fumaban, todo tranquilo, el cielo se veía perfecto desde el techo.
Todo se salió de control cuando a altas horas de la noche el Talo se quedó dormido en un cuarto, y gente desconocida, random y que ni siquiera sabia de quien era la casa, empezó a llegar... Nosotros por un tiempo seguimos tomando, cuando Horacio y el Alex se quedaron dormidos, y quedamos abajo solo Abraham y yo, nos dimos cuenta de lo que estaba pasando en la casa... Había una fiesta en el techo de la casa del Talo, SIN el Talo.
Llegó su primo, aquel que no recuerdo el nombre, por ahí de las 4 - 5 de la mañana, con un bat de beisbol en la mano, solo vimos como subió hacia el techo empuñando muy bien el arma, y segundos después la gente bajando las escaleras, y hasta atrás, el primo escoltando a todos hacia la puerta de la casa.
Al fin, sin gente en la casa, fue momento de dormir... dormir una hora, ya que salimos a las 6 a tomar el camión de vuelta a Mazatlan.
Era sábado 21, y solo significaba una cosa; Día de la música.
Era mi primer día de la música, y a decir verdad estaba muy nervioso, tanto que decidí no agarrar ni siquiera una cerveza en los cuartos detrás del escenario, siendo que la cerveza era regalada. Al momento de subir al escenario, en ese entonces ya reunida bastante gente, supe y dije 'nunca habíamos estado frente a tanta gente', Greisi, Miros, Martha y Beatriz tomaron camión a Mazatlan el mismo día que nosotros para estar en el Día de la música y pasar el fin acá, estaban ahí. Quizá los amigos debajo del escenario que nos habían ido a ver no lo notaban, pero yo temblaba como un flan. Estaban los Mijos entre el publico, Luis junto con el Nigger Mother fucker, Luis sin playera, claro, como siempre. Subí con la guitarra, y con los cables en la mano, parecía que jugaba tiro al blanco con el cable y el enchufe del amplificador de guitarra, simplemente no le atinaba.
Nuestros compañeros, amigos, familiares, y algunos otros solo 'conocidos' que habían ido a vernos, ya estaban todos acomodados entre la gente esperando a que todo empezara, nos dijeron que empezáramos a tocar cuando la música que estaba de fondo parara, la música cesó, Horacio dio una señal con la cabeza como diciendo 'Si', y oficialmente empezó para mi 'La ultima tocada de Summer Lights'...
Empezamos con un intro, pero no fue sino hasta los primeros tres acordes de la primer canción, los cuales salieron 'perfectos', me solté, y dije 'Ya se hizo...', mis amigos abajo con sus ballenas en mano, unos bailando las canciones, la gente que se sabía Archipiélago y la cantaba, el papá de Diego aplaudiendo, muchas cosas indicaban que todo estaba saliendo bien, y otras que me hacían decir '...Bestia, esta es la ultima tocada de Summer'
todo salió bien, y en lo personal fue de las mejores veces que hemos tocado, si no es que la mejor. Aplaudió la gente, y bajamos de ese gran templete...
Sudados, sedientos y estrechando la mano de las demás bandas, mientras íbamos a los cuartos de atrás, llegamos, y nos felicitamos.
"Cuando terminamos de tocar, se acercó un vato de entre el publico hasta que se puso hasta el frente y me gritó desde abajo -¡¿Como se llaman?!-, -Summer Lights-"
Dijo Horacio, dentro del cuarto.
"Si lo vi, jajajaja"
Le dije yo.
En fin, después de nosotros siguieron Carnival Animals, poco antes de que terminaran decidimos ir por un poco de refrescante cerveza a La Querencia, yo no tenia mucho dinero, pero Luis dijo unas palabras mágicas... 'Compremos un litro para los dos', 'Pues bueno'.
Antes de llegar a La Querencia, en uno de los escenarios en la mera plazuela, tocaba una banda llamada Triciclo Circus Band, sonaba una polka muy agradable y chistosona, como de circo precisamente, me llamó mucho la atención, Greisi se quedó parada conmigo por unos segundos para escucharlos, aunque no los veíamos, unas mantas y lonas no nos dejaban ver. Los demás nos habían alcanzado y teníamos que seguir el camino, el camino hacia la cerveza...
Convivimos un rato por ahí, hasta que regresamos al escenario para ver a la ultima banda que serian los Malditos Cocodrilos, el ambientazo ya estaba puesto, y la gente brincando.
Hacia mucho calor y yo tomaba botella tras botella de agua, después de haber terminado todo el desmadre, aun había personas bailando en medio de ruedas de gente y en bola.
La gente fue cayendo, y yéndose también, como era de esperarse, y al ultimo, o casi al ultimo, alguien por ahí dijo; 'Vamos al faro'...
Aun no se si fue buena o mala idea, pero ya se imaginaran lo que procede, amanecidos, otros aun borrachos, subiendo el faro de Mazatlan a las 6 de la mañana, ¿Por que? Ni yo se todavía...
Pero tenia años que no subía el faro, solo lo había subido una vez en mi vida, y estaba muy chico, no recordaba como era la vista desde ahí, y quizá ni me importaba tanto en aquel entonces.
Esta vez si, a pesar de lo mareado que llegué hasta arriba, esta vez la vista si importaba, era como el premio que esperábamos mientras íbamos bofeadisimos a penas por el escalón numero 100, era la recompensa... Buenas compañías, buena vista.
Y aunque tenia todo el día entero con la misma playera de Carnival Animals, sudada, y oliendo a madres, había nombrado ese fin como uno de los mejores fines de semana que he tenido.
Sinceramente, me gustaría repetir ese sábado todos los días.
Jairo.
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