jueves, 3 de abril de 2014

Aquellos y estos días. (Romance Erótico)

Recuerdo aquellas noches de Junio del 2012, noches en las que redescubrimos el amor, aquellas noches en las que nos entregamos por primera vez a la intima cara del amor.

Habían pasado solo unos cuantos días después de haber perdido la virginidad juntos y ya parecíamos movernos con naturalidad en el acto de hacer el amor.
Una mirada y un beso que aniquilaba la mirada, abandonando el sentido de la vista, así la piel se encendía más, como la llama de las velas que brillaban al lado de la cama.

Una pausa para cerrar la puerta con seguro aunque la casa la tuviéramos para nosotros solos, era parte del ritual. Como lo era poner música y dejar los condones a la mano.  (El Álbum Brothers de The Black Keys comenzaba a sonar)

Retomábamos los besos y las caricias,  nos dejábamos llevar. Nos quitábamos la ropa tratando de no despegar nuestros labios, como si la respiración dependiera de los labios del otro. Así nos desnudábamos y nos acariciábamos,  tu piel, tu cuello, tus vellos, tus senos, tu suave, tibia y húmeda vagina que me recibía lentamente, así penetraba el interior de tu cuerpo. Tu respiración cambiaba, se hacía más profunda y tus cejas hacían ese gesto como de ligeramente fruncidas.

Así aprendimos a sentir, a amar, a entregarnos.

Con cada canción íbamos acelerando poco a poco la pasión e íbamos intentando posiciones nuevas, una mas para añadir a la lista. Cada una parecía tener su cualidad, pero a mi me gustaban mas en las que podía ver tu cara mientras lo hacíamos.

Ahí estábamos sobre ese colchón tirado en el suelo, para hacer menos ruido. Yo de rodillas viendo tu espalda, mi mano izquierda sostenía tu cuello y la derecha tocaba el resto de tu cuerpo aventurándose a todos los rincones de tu piel. Mi yo parecía haberse dominado por los instintos de un animal salvaje que se rendía al placer del momento.  Pero de pronto la ultima canción del álbum comenzó a sonar (These Days) yo paré y te volteé para poder ver tu cara, tu yo también parecía haberse entregado al instinto del placer y te desconcertó mi acción.

-       ¿Qué pasa? – preguntaste.
-       Quiero ver tu cara.
 Retomamos el acto a un ritmo lento, como el de la canción
-       Me gusta esa canción. – yo dije. Me miraste a los ojos y dijiste
-       Te amo.
-       Yo también te amo
-       Pero yo te amo más. – dijiste intentando ganarme como siempre. Y de mi boca salieron las palabras que no pienso volver a decir en mucho tiempo.
-       Siempre te voy a amar. – duraste un tiempo en silencio con tu mirada fija a la mía con esa tenue luz de las velas encendidas. Repetiste mis palabras y cerramos nuestras confesiones con un beso. El álbum acabo y siguió uno de The Doors y lo hicimos hasta quedar agotados, hasta quedar dormidos abrazados el uno del otro.

Así fueron aquellos días, pero ahora en estos días cada quien anda su propio camino y al vernos en la calle solo nos damos un saludo de compromiso. Como si nada hubiera pasado, como las palabras que se esfuman en el tiempo.


(Pintura: Edward Hopper - Eleven am)




Me gusta aullar y razonar, me gusta escalar árboles y escribir. Soy atraído tanto por la belleza externa como por la interna. Busco un equilibrio entre lo intelectual y lo salvaje. Soy El Animal-Humano

1 comentario:

Anónimo dijo...

la fecha de la charla que pones es martes de carnaval, 2013...