Recuerdo aquellas noches de Junio del 2012, noches en las que
redescubrimos el amor, aquellas noches en las que nos entregamos por primera
vez a la intima cara del amor.
Habían pasado solo unos cuantos días después de haber perdido la
virginidad juntos y ya parecíamos movernos con naturalidad en el acto de hacer
el amor.
Una mirada y un beso que aniquilaba la mirada, abandonando el
sentido de la vista, así la piel se encendía más, como la llama de las velas
que brillaban al lado de la cama.
Una pausa para cerrar la puerta con seguro aunque la casa la
tuviéramos para nosotros solos, era parte del ritual. Como lo era poner música
y dejar los condones a la mano. (El
Álbum Brothers de The Black Keys comenzaba a sonar)
Retomábamos los besos y las caricias, nos dejábamos llevar. Nos quitábamos la ropa
tratando de no despegar nuestros labios, como si la respiración dependiera de
los labios del otro. Así nos desnudábamos y nos acariciábamos, tu piel, tu cuello, tus vellos, tus senos, tu
suave, tibia y húmeda vagina que me recibía lentamente, así penetraba el
interior de tu cuerpo. Tu respiración cambiaba, se hacía más profunda y tus
cejas hacían ese gesto como de ligeramente fruncidas.
Así aprendimos a sentir, a amar, a entregarnos.
Con cada canción íbamos acelerando poco a poco la pasión e íbamos
intentando posiciones nuevas, una mas para añadir a la lista. Cada una parecía
tener su cualidad, pero a mi me gustaban mas en las que podía ver tu cara
mientras lo hacíamos.
Ahí estábamos sobre ese colchón tirado en el suelo, para hacer
menos ruido. Yo de rodillas viendo tu espalda, mi mano izquierda sostenía
tu cuello y la derecha tocaba el resto de tu cuerpo aventurándose a todos los
rincones de tu piel. Mi yo parecía haberse dominado por los instintos de un
animal salvaje que se rendía al placer del momento. Pero de pronto la ultima canción del álbum
comenzó a sonar (These Days) yo paré y te volteé para poder ver tu cara, tu yo también parecía
haberse entregado al instinto del placer y te desconcertó mi acción.
-
¿Qué
pasa? – preguntaste.
-
Quiero
ver tu cara.
Retomamos el acto a un ritmo lento, como el de
la canción
-
Me
gusta esa canción. – yo dije. Me miraste a los ojos y dijiste
-
Te
amo.
-
Yo
también te amo
-
Pero
yo te amo más. – dijiste intentando ganarme como siempre. Y de mi boca salieron las palabras
que no pienso volver a decir en mucho tiempo.
-
Siempre
te voy a amar. – duraste un tiempo en silencio con tu mirada fija a la mía con
esa tenue luz de las velas encendidas. Repetiste mis palabras y cerramos
nuestras confesiones con un beso. El álbum acabo y siguió uno de The Doors y lo
hicimos hasta quedar agotados, hasta quedar dormidos abrazados el uno del otro.
Así fueron
aquellos días, pero ahora en estos días cada quien anda su propio camino y al
vernos en la calle solo nos damos un saludo de compromiso. Como si nada hubiera
pasado, como las palabras que se esfuman en el tiempo.
Me gusta aullar y razonar, me gusta
escalar árboles y escribir. Soy atraído tanto por la belleza externa como por
la interna. Busco un equilibrio entre lo intelectual y lo salvaje. Soy
El Animal-Humano
1 comentario:
la fecha de la charla que pones es martes de carnaval, 2013...
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